EL
CIRCO
Ayer dije que me sentía como un
payaso. Muñeco de feria golpeado por
pelotas de trapo. Ayer, como tantos días escribí lo que sentía. Retazos de mi
vida, de mis sentimientos que, ingenuamente, intenté plasmar a manera de desahogo. Esta tarde le expliqué a alguien
que lo reclamaba, que cuando se escribe sobre sentimientos no se da manual de
instrucciones para interpretar lo escrito. Nadie excepto yo sabe lo que quise
decir, pero ha sido suficiente para que el pueblo juzgase, y el pueblo nunca se
equivoca. El pueblo ha hablado.
Es muy fácil señalar, es muy fácil
emitir juicios de valor en la seguridad de que estamos en posesión de la verdad,
pero hasta el más abyecto de los criminales tiene derecho a contar su versión
de los hechos.
Soy humano y como tal cometo errores, muchos. En mi vida, siempre
me enseñaron a asumir las consecuencias de ellos. Y lo hago. Pero lo que no
soporto, lo que no admito es que se cause daño a personas por intentar ayudar a
alguien, y en este caso por tender una mano amiga. Quien haya visto algo más que
apoyo en la entrada de la persona que me ofrece una mano tendida en un momento muy
jodido para mi, se lo tendría que mirar. Que cada cual saque sus conclusiones.
Amé y sigo amando a una mujer por la
que dejé todo. Y cuando digo todo es TODO. Una situación acomodada unos hijos
que al no comprender lo que ocurrió, hoy me consideran un extraño y una esposa
a la que ya no amaba. Lo aposté todo por ti con la esperanza de poder terminar
mis días a tu lado. Las circunstancias
de nuestras vidas no nos pusieron fáciles
las cosas, pero yo seguía luchando intentando no ponerte nunca entre la espada
y la pared, Conocía el resultado si lo hubiera hecho. Intentando mantener la
llama encendida, pero tus fantasmas han podido más que nuestro amor. Has
buscado y encontrado la justificación para adoptar una decisión que tenías
tomada. Si eres sincera contigo misma
sabrás que no me equivoco.
No voy a pedir disculpas por algo de lo que no soy culpable
Ayer también publiqué algo para
quitar ese post que, según me dijiste, tanto daño te hizo. Y también me equivoqué. Al parecer, estaba
buscando un nuevo amor, como el que va a un bar y pide una ración de gambas.
Me pides que no te juzgue, pero tu
me juzgas, dictas sentencia y me condenas,
¿En base a que? Te voy a contestar,
en base a tus interpretaciones de lo que has leído. Te lo dije no hace mucho “No
leas lo que no escribo” “No oigas lo que no digo”, y en esto como en tantas
cosas en la vida, nada es lo que parece, te lo dije muchas veces.
Te voy a
explicar a modo de ejemplo lo que quise decir en una parte de mi post de ayer
“Me asomo al precipicio cada día. Me apetece
volar”
Cada mañana me tengo que preguntar a mi mismo si
merece la pena levantarse o es mejor dejarse llevar y terminar con todo.
“Quiero atrapar nubes, emular a las gaviotas, sentir la brisa del mar”
Quiero volver a sentir la ilusión
perdida de un sueño que no va a convertirse en realidad
“Quiero perseguir olas, picar desde la luna y a una sirena enamorar”
¿Tengo que poner nombre a la sirena,
o ya la recuerdas?
“Quiero brindar un sueño, quiero alimentarlo, quiero soñar”
El sueño era nuestro amor, y la
posibilidad de estar juntos
Y creo que
por hoy ya esta bien de espectáculo. Este circo desmonta su carpa y agradece a
todos su asistencia esperando que lo hayan pasado bien.
Quiero
pedir disculpas, aunque no tengan ningún valor, a todos aquellos que en algún
momento se sintieron mal por mis escritos.
Lucero,
gracias de corazón por haberme brindado
tu amistad. Espero que recapacites y no
abandones
Y no,
Paloma, aunque sea difícil de entender no voy de víctima.
A todos
vosotros, gracias por haber formado parte de mi vida, aunque haya sido por poco
tiempo
Y a ti, que
ni siquiera se si lo vas a leer, te sigo queriendo más que a mi vida.
El
espectáculo ha terminado.
A veces los
payasos no hacen reír, de hecho son personajes bastante tristes
Un abrazo y hasta siempre
Clochard