martes, 14 de mayo de 2013

EL SUEÑO DE UN SUEÑO

Fotografía de internet


A veces despierto en un mundo extraño. Encerrado en una gran sala sin puertas ni ventanas.

Busco una grieta, un resquicio, cualquier cosa que me permita salir al exterior, pero es inútil, estoy condenado a ser testigo, una vez más.

La sala, empieza a llenarse de gente. No tengo ni idea de donde salen, pero ahí están.

Son caras conocidas, amigos, familia.

Me sitúo junto a ellos pero hacen como si no me viesen, como tantas veces

No entiendo lo que ocurre

Todos son ellos y ellas en uno y todos sumados son ninguno

La escena se repite con solo dos cambios. Uno es un contador situado en la parte superior derecha de mi campo visual. Es un contador regresivo y en cada repetición hay un dígito menos. El otro soy yo

Todos los presentes ejecutan siempre los mismos actos, hablan con las mismas personas, vierten las mismas lágrimas.

Mis hijos, mi madre, mi hermana y el resto de personas que siente alguna clase de afecto hacia mi.

Pero siempre busco a alguien especial a quien no veo. Me desplazo entre la gente como alma inerte y, al fin, diviso al fondo de la sala a una mujer que mira llorando en silencio el contenido de una caja.

Esta parte siempre aparece como en una nebulosa.

Me sitúo junto a ella y parece no darse cuenta. Cuando ya estoy a su lado la reconozco.

Le hablo, pero parece no escucharme. Me acerco y la beso.

- Por fin te he encontrado.

Veo el brillo en su rostro y siento la humedad de sus lágrimas mientras permanece hierática, como una esfinge. Algunas arrugas que delatan una vida de sufrimiento le hacen estar más bella, si cabe. Su boca sabe a fresas silvestres.

La mirada sigue fija en el interior de la caja.

Picado por la curiosidad, busco el objeto de su atención.

Está oscuro y no distingo bien su contenido

Cuando mis ojos consiguen verlo ella gira su mirada hacia mi

Lo último que recuerdo son sus palabras

- Hemos perdido el poco tiempo que teníamos para amarnos

Las escucho a la vez que veo mi cuerpo tendido en el interior del ataúd.



Clochard




9 comentarios:

  1. Joder... demoledor.

    Parece una película de Buñuel.

    Saludos.

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  2. Pero Clochard¡¡¡¡¡¡¡¡

    Que sueños tan raros tienes querido poeta¡¡¡¡¡¡¡¡

    Y dile a Mi solete que no diga tacos que le lavo la boca con jabón

    Besos y Muchos¡¡¡¡¡


    (Perdona mi ausencia, tu ya sabes)

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  3. pues dentro de la rareza es un hermoso sueño

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  4. Un sueño que aunque pueda parecer raro, no lo es, más bien es como sentirse solo entre esa multitud y saber que todos ellos están a tu alrededor aunque en ese sueño el difunto sea uno mismo, quizás vale la pena hacer que en lugar de un velatorio todo se transforme en algo positivo. Pero sin difunto ¿eh?

    A mí me ha gustado!!!

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  5. Un buen texto, donde leo soledad; me gustó y mucho; saludos

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  6. Perdemos el tiempo y luego nos lamentamos. Y no aprendemos.
    Bicos Clochard.

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  7. Los sueños son una fuente inagotable de material para quien sabe aprovecharlos para crear arte, como lo has hecho tú.
    Un abrazo.
    HD

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  8. Hola Clochard¡¡¡¡¡

    Por fin es viernes, se terminó la semanita¡¡¡¡¡¡¡¡

    Espero leerte pronto ¿o acaso aún estás dormido?

    Despierta¡¡¡¡¡¡


    Besos y Muchos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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  9. hermoso todo lo que escribes... se nota que cada una de las palabras te salen del alma... a mi tb me encanta la escritura y la poesia y en mis
    ratos libres me gusta recorrer blogs en busca de talento y el tuyo me ha maravilladofelicitacionees
    saludos

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